Pedro Braña Martínez
Don Pedro Braña Martínez nace en la población asturiana de Candás el 5 de Febrero de 1902, donde comienza sus primeros estudios musicales para trasladarse posteriormente en primer lugar a Gijón donde recibe clase de sus profesores Don Adolfo Vega y Don Eulogio Llaneza, en segundo lugar se traslada a la capital de España para completar parte de su formación musical en el Real Conservatorio de Música y Declamación de Madrid, finalmente se traslada en el año 1926 y al Liceo de Musícale «Giuseppe Verdi», en Turín (Italia) donde estudia durante 4 años, especialidades como: armonía, contrapunto, fuga, normas musicales y melodía vocal.
En el año 1930 regresa de nuevo a Madrid, donde empieza a especializarse en componer música para películas, realizando también inclusiones en colaboraciones y participaciones en obras teatrales musicales.
En el año 1941, tras aprobar las oposiciones, accede al Cuerpo Nacional de Directores de Bandas Civiles.
El 21 de octubre de 1945 se presenta de forma oficial al frente de la Banda Municipal de Sevilla, cargo que le fue asignado unos meses antes. Estuvo al frente de la misma hasta su jubilación, estando en Sevilla durante un periodo de 28 años.
Cada uno de estos años el maestro Braña compuso una marcha procesional para cada Semana Santa, además de otras composiciones variadas.
Su labor musical en la ciudad Hispalense fue muy extensa, estando muy implicado en la vida cultural Sevillana. Fue fundador y director de la Coral Sevillana, fue creador de los conciertos monográficos de marchas de Semana Santa y fue uno de los responsables de recuperar el “Miserere de Eslava”, en versión de concierto, estrenado en el Teatro Lope de Vega en el año 1956.
Una vez jubilado (1973) Don Pedro Braña Martínez se traslada a Gijón, aunque no deja de visitar asiduamente la ciudad de Sevilla.
En la capital asturiana compone sus últimas obras: el poema sinfónico “En los Picos de Europa”, la suite para instrumentos de arco “Voces del Principado”, y la pieza sinfónico coral, homenaje al río Cares, La Obertura para la Expo 92 fue una de sus últimas composiciones, interpretándola la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.
Sus padres fueron Don Feliz Braña y Doña Josefa Martínez, y estuvo casado con Doña Petra Barrio Mateos, violinista y gran aficionada a la pintura, con la que tuvo dos hijas, María de la Luz y Coral.
El fallecimiento de su esposa en octubre de 1994, supuso un duro golpe para el Maestro, que muere poco tiempo después, fallece desgraciadamente el 13 de febrero de 1995 en Salinas, del Consejo asturiano de Castrillón, donde residía su hija Coral.
El 15 de septiembre de 1974 con la asistencia del propio Pedro Braña se inaugura en su población natal una calle que lleva su nombre y en el mismo acto se le entrega una batuta con incrustaciones en oro comprada con las aportaciones de los vecinos.
En Sevilla Don Pedro Braña Martínez cuenta con una calle en el barrio de Nervión, inaugurada el 30 de septiembre de 1995.
Desde 1996, la Ciudad de Sevilla homenajea a Pedro Braña con Memoriales.
En el año 2002 se conmemora el Primer Centenario de su nacimiento el Centro Asturiano en Sevilla y La Asociación Amigos de Pedro Braña, realizaron una amplia programación de actos celebrados en Oviedo, Candas y Sevilla, donde participaron Bandas de Música, Corales y personajes relevantes de la Cultura y el periodismo.
Durante su vida ha recibido distinciones y reconocimiento entre los que se destacan:
– Medalla de Plata de la Cruz Roja.
– Diploma del Honor del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla.
– Encomienda de Alfonso X el Sabio, solicitada por el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, en el año 1956.
– Hijo Adoptivo de la ciudad de Sevilla, solicitado por la Hermandad de la Amargura, en el año 1972.
– Llamador de Plata, del programa de radio de Canal Sur “El Llamador”, en el año 1992.
– Socio de Honor y Madreña de Oro del Centro Asturiano de Sevilla.
Sus composiciones más destacadas:
Bandas Sonoras de Películas:
Rosario la cortijera (1935)
Rinconcito madrileño (1936)
El milagro del Cristo de la Vega (1940)
El hombre que veía la muerte (1949)
Luis Candela
Altar Mayor
Religiosas:
Bendita sea tu Pureza
Ave Verum
Misa del Sagrado Corazón de María
Ave María
Salve
Ave María de la Macarena
Ave María de la Coronación Macarena
Arreglos Miserere de Eslava
Otras:
Obertura para la Expo-92 de Sevilla (1992)
Marchas Procesionales:
-Angustia (1945). Fue la primera marcha que se interpretó en la primera salida procesional del palio de los Estudiantes.
-María Santísima de los Dolores «Virgen Dolorosa». Dedicada a la dolorosa de San Vicente (1945).
-Virgen de las Tristezas (1949).
-María Santísima de la Merced (1951).
-Santísimo Cristo de la Expiración (Cachorro) (1952).
-Nuestra Señora del Patrocinio (1953).
-Nuestra Señora del Rosario (Montesión) (1954).
-Socorro (1959).
-Santísimo Cristo del Amor (1959).
-Nuestra Señora de Gracia y Esperanza (1960).
-Virgen de la Presentación (1961).
-Madre de Dios de la Palma (1962).
-Coronación de la Macarena (1964).
-Nuestra Señora de Montserrat (1964).
-Nuestra Señora de Villaviciosa (1966).
-Cristo de las Misericordias (1966).
-Jesús de la Salud (Gitanos) (1969).
-Jesús de la Pasión (1971).
-Nuestra Señora de la Encarnación (1971).
-La Asunción de Cantillana (1971).
-¡A esta es, Auxiliadora! (Salesianos de Triana) (1987).
-Esperanza de San Roque (1988).
-María Santísima de la Candelaria (1992).
-Salmo Penitencial (Montesión) (1994).
-Esperanza Nuestra (dedicada a la Macarena).
-A ti suspiramos.
-Marcha lenta nº 6 (Cristo de Burgos).
-Cofradías Sevillanas.
-Marcha de cofradía nº 10 (Penas de San Vicente).
-Eterno Dolor (dedicada a su madre).
Etc…..
MARCHA: CORONACION DE LA MACARENA 1964
Escrita por Don Pedro Braña con motivo de la Coronación Canónica de la Esperanza Macarena, en el año de 1964.
La introducción es una de las maravillas de nuestra música. Dos melodías, maderas y cornetas, sin que ninguna de ellas sobresalga en importancia respecto a la otra, complementándose ambas para crear una de las introducciones más bonitas, solemne, elegante y triunfal. Una segunda melodía muy original, con los bajos como protagonistas, y vuelta a la maravillosa introducción. Y ya del trío mejor ni hablar, porque es de una sencillez y una belleza increíble. Una melodía suave que se repite después con los metales de fondo dándole un carácter triunfal.
Pedro Braña decía de ella, que era la «marcha perfecta para finalizar un disco». Ya que por su brevedad, y por el tremendo regusto que te dejaba, era una obra muy adecuada como colofón para cualquier grabación.
La marcha de coronación por excelencia, modelo en todos los sentidos: instrumentación, estilo, ritmo…
Marcha: Coronación de la Macarena